Nuestra carta

Descubre nuestros platos

No busques cocina de autor, ni modernidades. En el Bar Cruz tenemos la cocina de toda la vida, no te defraudará.

LAS NAVAJAS son la gran especialidad de la casa y el producto que mayor fama nos ha dado. Materia prima extraordinaria, ajo, aceite de oliva y perejil. ¿Cuál es el secreto? Lavadas a mano, una a una, para asegurarnos de que no tienen nada de tierra. Una verdadera golosina.

La última golosina que incorporamos a nuestra oferta. Marcadas levemente sobre plancha y cocinadas después sobre su concha con una pizca de aceite, sal y perejil.

Un imprescindible de la gastronomía española y madrileña. Guisados con chorizo, jamón, cebolla. Disponibles todo año.

El gran clásico Madrileño entre las raciones. Por supuesto, salsa casera con receta secreta. Sólo podemos avisar de que no es apta para celiacos.

Relleno de bacon, con ajo, aceite y perejil. Se tuesta en la plancha desde abajo mientras que en la parte superior el aceite y el vapor hacen su trabajo y lo cocinan. Irresistible.

No puedes ser un bar típico de Madrid sin ofrecer bocadillos de calamares. Nada de productos prefritos. Los cortamos nosotros y los rebozamos nosotros.

También llamado “A Feira”. Una de nuestras raciones más apreciadas. Se cuece el pulpo y se presenta en tabla de madera sobre los cachelos (patatas cocidas) y se aliña con aceite de oliva intenso, sal gorda y pimentón.

Cinco sabrosos trozos de lomo de cerdo, presentados en pincho, y adobado con pimentón y otras especies, aunque no lo hacemos picante (es para todos los públicos).

Unos pican y otros no. Y no sabemos cual va a picar ni nos hacemos  responsables. Contra sus peores efectos recomendamos pedir un vaso de casera. Nunca bebáis sólo agua porque en realidad potencia el picor.

El objetivo de nuestra web es mostrar de una forma diferente, amable y distendida la esencia de un negocio madrileño de hostelería tradicional regentado por la misma saga familiar durante más de 5 décadas y marcado por una personalidad única y difícil de igualar.

Otra de las raciones históricas. Previamente cocida en un baño de laurel y sal, se corta y se plancha al gusto del consumidor. Muchos clientes la acompañan de nuestra salsa brava.

Muy poco picante, lo servimos troceado y frito.

Morcillas hay muchas en España, todas sabrosas a su manera. En nuestro caso optamos por la de Burgos, con arroz. Se presenta frita y troceada.

Otro clásico que no puedes dejar de probar, con su morcilla y su chorizo, ideales para esos días en los que los pingüinos llevan bufanda y por supuesto hechos a nuestra manera.

Cortadito en lonchas, con su patata, su aceite y su pimentón.

Otro clásico de Madrid. Ofrecemos gamba blanca de Huelva, a la plancha y al punto de sal gorda.

Algo de sal y unas aceitunitas. Ideal para abrir boca y para los días de calor en la terraza.

De jamón serrano. La coletilla “y una de croquetas para los niños” le hemos escuchado cientos de veces.

Si te gusta la casquería, no dudes en pedirlo. Si aún no los has probado, anímate. Para los que no lo conozcan, son tripas de cordero lechal marinados, envueltos luego en un palo de sarmiento. Después se cortan en 3 pequeños trozos y se fríen para que queden bien crujientes.

Son una glándula llamada timo que regula el crecimiento y luego se atrofia. Por eso se emplean las de terneras o corderos, no de vaca ni de oveja. También existen mollejas de aves, pero no tienen nada que ver. Las preparamos a la plancha lentamente para se cocinen por sí mismas.

Rebozados en harina y fritos. En algunas partes de España también se conocen como Puntillas o puntillitas.

Planchados al natural, sin rellenos o salsas. Disfruta de llevar el mar a tu boca.

El famoso “Bienmesabe”, adobado con harina, vinagre y orégano. Pefecto para compartir en grupo.

De la zona de Málaga recibimos un extraordinario pescado que seleccionamos directamente en Mercamadrid, como ejemplo valga el boquerón frito, rebozado en harina y muy crujiente.

Otro plato que ya servíamos en 1970. Previamente congelados para garantizar un consumo seguro. Disponibles todo el año y muy apreciados (por fresquitos) en los meses de calor.

Un producto que nos ha acompañado toda la vida. Se hacen al vapor sobre la plancha, basta un poco de calor para que se abran. Una advertencia: durante los meses sin R (mayo junio, julio y agosto) las hembras desovan y la calidad disminuye, por eso las retiramos de la carta.

Las hacemos a la plancha, seleccionadas a diario, sanas y deliciosas.

De patata y poco hecha. Ven a por ella pronto porque siempre se acaba.